Autor:
A
quí cae mi pueblo. A esta olla podrida de la fosa
común. Aquí es salitre el rostro de mi pueblo.
Aquí es carbón el pelo de las mujeres de mi pueblo,
que tenían cien hijos y que nunca abortaban
como las meretrices
de los salones refinados en que se compra la belleza.
Aquí duermen los ángeles de las mujeres que parían
todos los años. Aquí late el corazón de mis hermanos.
Mi madre duerme aquí, besada por mi padre.
Aquí duerme el origen de nuestra dignidad:
lo real, lo concreto, la libertad y la justicia.
Poema de un emigrante
Autor:
D
ejo mi esposa, mis dos hijos, mis padres
y mis amigos... Dejo mi pueblo, mi cultura
y mi patria.
Aunque no quisiera,
ya voy camino hacia el NORTE.
Llevo conmigo todo y nada.
Llevo mis raíces pues me sacaron
de la tierra que Dios me había prestado.
Dejo mi esposa,
mis dos hijos, mis padres y mis amigos...
Dejo mi pueblo, mi cultura y mi patria.
No me queda mucho...
Hasta la mochila me volaron...
Aún me queda la fe, la esperanza
y el sueño de llegar al NORTE,
y un corazón lleno de tristeza ...
Aún así sueño...
lo mismo que todos los migrantes ...
De regresar a los míos
y vivir como Dios quiere que viva todo ser humano...
Hay que tener...
S
e dice que nos invaden,
cuando vienen en patera.
Y les llaman oleadas, aunque sean unas docenas,…
Hay que tener mal talante
Para llamar delincuente
Al que es un emigrante
O, más bien, superviviente,…
Viene en busca de trabajo,
Huyendo de la miseria,
De la pobreza, del paro,
De la opresión y la guerra,…
Se dice que nos invaden
Cuando vienen en patera
Y les llaman oleadas,
Aunque sean unas docenas,…
Mas, los que llegan a miles
Con pasaporte turista,…
A esos nada hay que decirles,
Porque tienen buena pinta,…
Y ya no somos racistas
-aunque el turista sea negro-
Porque trae muy buena pinta:
La que le da su dinero,…
Si es pobre se le condena
A comer un vil mendrugo
Pero –mira tú- qué pena:
¡Es víctima, no verdugo!
Hay que tener mal talante
Para llamar delincuente
Al que es un emigrante
O, más bien, superviviente...
Se Acabo
Son Cubano
T
e lo prometió Martí
y Fidel te lo cumplió;
ay, Cuba, ya se acabó,
se acabó por siempre aquí,
se acabó,
ay, Cuba, que sí, que sí,
se acabó
el cuero de manatí
con que el yanqui te pegó.
Se acabó.
Te lo prometió Martí
y Fidel te lo cumplió.
Se acabó.
Garra de los garroteros,
uñas de yanquis ladrones
de ingenios azucareros:
¡a devolver los millones
que son para los obreros!
La nube en rayo bajó,
ay, Cuba, que yo lo vi;
el águila se espantó,
yo lo vi;
la coyunda se rompió,
yo lo vi;
el pueblo canta, cantó,
cantando está el pueblo así:
-vino Fidel y cumplió
lo que prometió Martí.
Se acabó.
¡Ay, qué linda mi bandera,
mi banderita cubana,
sin que la manden de afuera,
ni venga un rufián cualquiera
a pisotearla en La Habana!
Se acabó.
Yo lo vi.
Te lo prometió Martí
y Fidel te lo cumplió.
Se acabó.