JUVENTUD Y REBELDIA
Por: Mirko senda
"Juventud sin rebeldeía es servidumbre precoz.."
( José Ingenieros)
E
l mejor ejemplo de amor y voluntad moral de transformación y cambio es la que nos dan los jóvenes, ellos son el puente de unión del pasado y el futuro, la dinámica transformadora del presente. En el Perú los jóvenes han experimentado la exclusión, el olvido y la brutalidad política de un Estado institucionalmente caduco y corrompido que ha hipertrofiado esta etapa de la vida, hay múltiples evidencias de que la juventud actual y las generaciones venideras han sido vilmente asaltada y moldeada en la precocidad de la niñez y la adolescencia por un riguroso y macabro plan se sometimiento y enajenación psicosomática sostenible dictadas por el imperialismo, por lo tanto una buena comprensión de la juventud no debe solo encasillarse en el plano de lo sociológico sino también en el antropológico, biomédico y culturales ya que todos los cambios cerebrales responden a estímulos, a la educación y al adiestramiento en tempranas etapas de la vida a aquel que mañana será joven.La adolescencia, es la etapa de la inmadurez en busca de la madurez, es en este periodo crucial en que el enemigo de la humanidad, la oligarquía y el imperialismo aumenta todos sus esfuerzos por formar estereotipos, modas o símbolos en el subconsciente de los futuros jóvenes de quienes esperan su servilismo para la permanencia de sus privilegios. Un ejemplo claro es el neoliberalismo que no fue solo un modelo económico sino que fue todo un sofisticado plan de sometimiento económico, político, militar, cultural y de tergiversación de la historia original de los pueblos del tercer mundo. La cacareada ley de competitividad que preconizaban en sociedades abismalmente desiguales con oportunidades verticales, delato su fondo en verdad era desatar la Ley del egoísmo. La manipulación hábil, era prever el descontento juvenil y anticiparse a posibles rebeldías juveniles o insurgencias populares fue su acierto y la negación más cobarde de la anquilosada y senil clase política actual a quienes yo los acuso de: ─¡ineptos, pusilánimes culpables del mutismo, la abstención y el asilamiento de la vanguardia, nuestros jóvenes que por sí mismos empiezan a liberarse!─ la derecha aprovecho el vacío dejado por el caudillismo frívolo de la mal llamada “izquierda”, encarrilo con mentiras y miedos a los adolescentes y jóvenes hasta las oscuras fauces del neoliberalismo, invirtió tiempo mientras que los seudo-revolucionarios lo malgastaban en pugnas fratricidas, invirtió millones de dólares mientras que nuestros líderes engordaban su trasero en el parlamentarismo y múltiples ONGs, es duro reconocerlo pero vital para superar este mal momento, aquellos adolescentes una vez hecho jóvenes bombardeados sistemáticamente por los corruptos medios de comunicación en su conciencia en gran mayoría fueron incapaces de ver la realidad, heridos en su conciencia critica, muchos jóvenes defendían lo indefendible maniatados por la derecha, cuya influencia interesada solo ha respondido a mantener su corrupto poder.
El silencio de la sociedad peruana ante la critica relativista a la rebeldía juvenil, tipificando esta valiente expresión humana como propia de revoltosos, renegados, delincuentes, inmaduros, anti-sistemas, etc no ha hecho sino mas que condenar a los hijos herederos de la patria al cadalso, a las fosas de la represión y el vil asesinato, su complicidad inadvertida a pretendido romper la ilusión, la fuerza y dinamismo de cambio, símbolos de rebeldía innata que identifica a los jóvenes, hoy la juventud debe romper la mala percepción de la rebeldía, aquella que le impuso y pretende mantener el “adultocentrismo” neoliberal, que estipula estúpidamente que ellos son los mejores y capacitados para ejercer la disciplina y moldear la rebeldía, un enfoque maniático y absurdo de decidir los destinos de todos y de la patria.
Oír la voz de la juventud, reflexionar sobre su rebeldía, los jóvenes se preguntan ¿Qué moral y decencia política nos enseñan hoy los gobernantes?, ¿Qué hemos heredado de esta podrida sociedad, de un Estado institucionalmente corrupto?... y nos desafían en una búsqueda incesante para transformarlo todo de raíces.
Si bien es cierto que una juventud que renuncia a su rebeldía se convierte en instrumento inconsciente de sus mezquindades o egocentrismo y victima precoz del “adultocentrismo”, insistimos que debemos tener mucho cuidado sobre la connotación de la palabra rebeldía, esta refleja la voluntad moral de cambio digno, su inconformidad con la injusticia social, su empeño por acabar con la pobreza, la desigualdad y la exclusión, su grito desesperado por la protección del planeta y la conservación de la especie humana y su exigente reclamo de paz para todos, hago alusión a esto por cuanto la derecha utiliza este término para dividir al pueblo, generar muerte, dolor y terrorismo de Estado con lo que en realidad solo reflejan una violencia irracional y cobarde.
El espíritu crítico de los jóvenes debe aceptar la autoridad y las leyes en la misma medida que están obligados a discrepar y presentar sus alternativas en distintos temas que afecten a su generación como a la sociedad, ellos tienen la mejor arma de toda revolución, su actitud rebelde de cambio debe tener un objetivo valedero, evitar romper irracionalmente con los otros... y buscar referencias de valor y compromiso que legitimen que la rebeldía es más humana que la violencia.
Sin embargo, es bueno resaltar y enorgullecernos desde la vertiente de la juventud y de los estudiantes que el enemigo se equivoco en lo más sustancial, en el carácter dialectico del desarrollo de la personalidad de la adolescencia y juventud regido por las leyes de la naturaleza humana, si partimos de la vulnerabilidad e inmadurez del adolescente incapaz de valerse por sí mismo, este experimenta el deseo de hacerlo y en tal intento descubre capacidades nuevas, utiliza estrategias lógicas, hipotético-deductivas que le dan madurez y cierta libertad en su encuentro con la juventud. Por ello el despertar de la conciencia de la juventud es aleccionador en la experiencia de las luchas de los jóvenes a través de la historia, los movimientos de protesta de la juventud tienen como motivación principal y generalizada una profunda insatisfacción ante una sociedad que los excluye, reprime y les niega todo tipo de oportunidades, causas que aumenta el sentimiento de abandono e inseguridad. La rebeldía en la juventud está claramente definida contra una sociedad de la abundancia sin reparto justo y solidario, una sociedad consumista y egoísta, está dirigida contra la pobreza moral y contra la hipocresía de quienes hablan de una manera y viven de otra. Los jóvenes peruanos y del mundo entero están en un fuerte desacuerdo con el mundo del “adultocentrismo”, y reclaman el derecho a elaborar su propio sistema de vida.
Es una exigencia y obligación que todas las organizaciones sociales y políticas, allí donde los jóvenes tienen su espacio de confluencia y acción, consideren que la juventud no debe perder sus energías, oportunidades y aptitudes en posiciones cómodas, ilusas o conformistas, engañándose en triviales protestas que claudican admitiendo "inadvertidamente" las injusticas sociales; ello significaría la nulidad de su papel en beneficio de la sociedad: su acción sería mediocre, intrascendente, reflejo de baja mentalidad o apática; y, en consecuencia, contribuiría a configurarse como débil instrumento del atraso, reflejo de una sociedad enferma y decadente y sin futuro.
El crisis del sistema neoliberal exige más rebeldía y unidad, es necesaria obligación que los jóvenes se organicen con flexibilidad y adaptación geopolítica no en una ni diez sino en cien o miles de organizaciones de base centralizadas a nivel local, regional y nacional, que florezcan lideres nuevos con el frescor de ideas nuevas, el mundo ha cambiado y necesitamos cambiarlo todo de raíces, de los políticos actuales nada bueno puede esperarse, el Apra-fujimontecinismo testaferros del poder económico y la embustera "izquierda" actual, cuya ideología trucada y practica corrupta ha demostrado que es el peor enemigo de los jóvenes, son abiertamente traidores a la patria como lo es la derecha toda. Prueba de su impunidad y latrocinio es que niega la justicia a miles jóvenes universitarios, obreros y campesinos injustamente encarcelados por los llamados jueces sin rostro, han olvidado que la Universidad la Cantuta cuenta con 9 mártires, los de la Universidad del Centro del Perú Huancayo que tiene más de 350 mártires o los de la universidad de Huamanga Ayacucho, etc en los ultimo 40 años, han asesinado a jóvenes dirigentes vecinales, campesinos y sindicales, la voz de nuestros mártires caídos son la viva esperanza que evidencia que la rebeldía es el signo distintivo de amor, voluntad y sacrificio de la juventud, una virtud positiva cargada de verdad revolucionaria y compromiso social cuyas obras son y serán requeridas por la historia para remover conciencias y construir un Perú con dignidad, soberanía y libertad.
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Dato: Publicado en Junio del 2008 y revisada en enero 2022