Autor: Mirko Senda
"Mujer, la vida comenzó el día que te vi, y el amor,
cuando tu beso me hablo de libertad...
Entonces supe que era pueblo, entendí que te pertenecía".
A
mándote no existe el dolor,
que me consterne
llego al fondo de tus venas
donde nace el eco de tus besos
cabalgando hacia mi sendero.
Tu candela enfebrece mis huesos
y mis labios persiguen la fresa de tu frente;
porque aceptaste mis defectos,
porque aprendí tus miedos
porque crecemos juntos corrigiendo nuestros desaciertos,
porque nos amamos aún en el silencio.
En atuendo blanco te desposare,
ungiremos las manos de perfumes
al sitiar la esencia de nuestros cuerpos.
Mi vida,
esta en el péndulo de tú corazón revolucionario.
Amándonos bailaremos en la fugitiva vida
como dos rebeldes que retardan la desvida....
Amándote no veo limite,
el sendero, se ilumina con la dicha de vencer o morir en tu regazo.
asomas el estruendo de tu fragancia
como grito libertario a mí
como alquimia a mis brazos rendidos
como conquistando lo tuyo....
como etéreo suspiro que asalta el cielo revolucionario,
como compañera, amiga, amante que descifra
tu candidez de mujer mas amada del mundo.
Tú voz como oleaje de vino,
calma la sed de mi poesía alborozada
eres mujer anhelada de mis desvelos
querubín que atraviesa nuestras almas
porque asumes la victoria de todos
porque preparas el banquete común
porque tienes una profesión
porque me eres libre y te soy libre,
el amor sale de tí,
la alegría sale de tí
la eternidad viene contigo.
Mas tuyo soy
mas de nadie sería
mas de ti seré, mas que nunca.