Autor: Julio Cortázar
A
hora serán las palabras, las más inútiles o las más elocuentes, las que brotan de las lágrimas o de la cólera, ahora leeremos bellas imágenes sobre el fénix que renace de las cenizas, en poemas y discursos se irá fijando para siempre la imagen del Che.También estas que escribo son palabras, pero no las quiero así, no quiero ser yo quien hable de él.
Pido lo imposible, lo más inmerecido, lo que me atreví a hacer una vez cuando él vivía: pido que sea su voz la que asome aquí, que sea su mano la que escriba estas líneas.
Sé que es absurdo y es imposible, y por eso mismo creo que él escribe esto conmigo, porque nadie supo mejor hasta qué punto lo absurdo y lo imposible serán un día la realidad de los hombres, el futuro por cuya conquista dio su joven, su maravillosa vida.
Usa entonces mi mano una vez más, hermano mío, de nada les habrá valido cortarte los dedos, de nada les habrá valido matarte y esconderte con sus torpes astucias.
Toma, escribe: lo que me quede por decir y por hacer lo diré y lo haré siempre contigo a mi lado. Sólo así tendrá sentido seguir viviendo.
El Che Vive
P
obres mortales, los que pensaron
matarte por matarte
Porque con matarte vives todavía
Para siempre vives, en el corazón
de los humildes
Vives, en cada pobre de la Tierra
Tu Tierra americana, tan sufrida
a causa de la explotación del Yanqui
Pobres, los que pensaron en matarte
Guerrillero heroico de la vida
Luchador de la eterna esperanza
Tu brazo luchador de combatiente
Levanta tu fusil
Tu fusil de certera puntería
Y mil manos se levantan todavía
Para tomar tu fusil
Y tus mil balas.
América toda se levanta, y
Clama hoy llena de esperanza
Con tronadora voz
Con sonido de balas
¡Libertad! ¡Justicia!
Ha vuelto la esperanza
El Che, ¡vive todavía!