Autor: José Martí
E
l enemigo brutalnos pone fuego a la casa,el sable la calle arrasa,a la luna tropical.Pocos salieron ilesosdel sable del español,la calle, al salir el sol,era un reguero de sesos.Pasa, entre balas, un coche,entran, llorando, a una muerta,llama una mano a la puertaen lo negro de la noche.No hay bala que no taladreel portón, y la mujerque llama, me ha dado el ser:me viene a buscar mi madre.A la boca de la muerte,los valientes habanerosse quitaron los sombrerosante la matrona fuerte.Y después que nos besamoscomo dos locos, me dijo:¡Vamos pronto, vamos hijo,la niña está sola, vamos!