Autor: Anónimo
.Q
uién lucha por los que no pueden.
Quién podrá levantar a los caídos,
dar de comer y beber
a los que han perdido todo.
Un grito sordo se gesta en la tierra húmeda,
poblada aún de desconocidos
en ronda de miércoles.
Un abono de injusticias
germina la semilla violenta
que en mi suelo brota.
Y no hay olvido ni perdón,
sin justicia y trabajo,
sin comida y derecho.
Hay y habrá un rumor de olas cargando
sobre una frágil playa donde danzan
fantasmas y mujeres de ojos de agua,
una playa estrecha y pedregosa
que alguien alguna vez
llamó país